La avispa asiática: un gran depredador de las abejas


La avispa asiática (Vespa velutina, que no debe confundirse con su primo europeo Vespa crabro, ni con el avispón gigante Vespa mandarinia) se ha convertido en pocos años en el segundo depredador principal de las colmenas en Europa occidental.

Llegó a Europa en 2004 por el suroeste de Francia y desde entonces se ha extendido hasta cubrir casi todo el territorio francés, invadiendo progresivamente los países más cercanos (España en 2010, Portugal en 2013, Italia, Gran Bretaña, Bélgica, Alemania y Suiza).

La avispa asiática: un gran depredador de las abejas
Impacto en las colonias

Impacto en las colonias


Posicionado en vuelo rasante a la entrada de las colmenas, vigila las abejas, causando un gran estrés a las colonias.

Al no poder pecorear libremente, corren el riesgo de morir de hambre. Además de las abejas, el avispón ataca a un gran número de insectos, lo que constituye una amenaza para la biodiversidad.

La avispa asiática está actualmente clasificada como especie exótica invasora. Los apicultores pueden solicitar ayudas a través del Plan Nacional Apícola que cuenta con una Línea específica “B” (Lucha contra las agresiones y enfermedades de la colmena) para la captura, disuasión, eliminación y control de la misma. 

¿Cómo luchar?


Actualmente existen dos soluciones principales de control: la destrucción de los nidos y el trampeo de las avispas (trampeo en primavera para las fundadoras, en verano para las obreras y en otoño para las reproductoras).

Estas dos acciones no permiten erradicar la avispa, pero contribuyen a frenar la propagación y el impacto en las colmenas. Los apicultores también utilizan soluciones alternativas (arpas eléctricas, protectores anti-velutinas).

En la actualidad, el principal reto de la investigación es identificar una solución de captura (ya sea mecánica o basada en feromonas) que sea a la vez eficaz y selectiva, con el fin de limitar el impacto de las capturas a la biodiversidad. 

¿Cómo luchar?

FRE-23-ES-N01-01/22